Tengo dos grandes pasiones en esta vida, Cádiz y los coches. Por eso, siempre intento unir las dos cosas. La combinación es fácil. Es tan sencillo como recorrerme en mi BMW los distintos pueblos de la provincia gaditana. Hoy os quiero contar mi último viaje recorriendo los famosos Pueblos Blancos. El sol, la gente, las playas, los atardeceres, el tapeo… son tantas cosas que me gustan y enamoran de esta zona, que la verdad no sé por dónde empezar.
Partimos de Santi Petri, ya que así podemos recorrer la Sierra de Cádiz. Hay dos puntos ideales para este comienzo: Arcos de la Frontera y Setenil de las Bodegas, este último es un pueblo que me encanta y que podéis conocer más aquí. En nuestro recorrido para conocer el pueblo coincidimos con sus calles, casas y balcones decoradas con motivo de la Semana Santa, lo que hacía que luciese incluso más.
A pocos kilómetros de Setenil y a mitad de camino de Olvera, Torre Alháquime (o La Torre) quizás no sea una parada obligada de un pueblo que debe su nombre familia árabe de los Al Hakim y cuenta con historias del dominio musulmán de Al-Andalus o bandolerismo andaluz del S.XIX pero que deja una hermosa instantánea entre el verde entorno que lo rodea. Por algo esta celebración también está considerada de interés Turístico y como no, nos gustó muchísimo la Parroquia de la Encarnación así como su Castillo Árabe situados ambos en lo alto del municipio y que de paso lo caracterizan, las vistas desde aquí son impresionantes, de lo mejorcito del día y eso que ha sido una jornada de lo más escénica.
La otra Zahara
Según avanzamos por la Sierra de Cádiz el decorado va cambiando. Llegamos a un enclave privilegiado ubicado en el centro del Parque Natural Sierra de Grazalema, entre dos ríos Guadalete y Bocaleones. Se trata de Zahara o Zahara de la Sierra, ojo no hay que confundir con Zahora o Zahara de los Atunes. El pueblo aparte de vivir de la agricultura, vive también del turismo rural y de aventura y es famoso entre los viajeros que quieren practicar deportes de senderismo, escalada o espeleología, etc.
Como puedes comprobar, una ruta mágica que se puede ampliar con más. Todos los pueblos que recorrimos en el día de hoy (y en especial Grazalema), estaban a rebosar de gente y muy animados, gracias en parte al buen tiempo que nos regaló estos días Cádiz. La verdad es que es una gozada sentir el arte de esta provincia según avanzas en tu coche.
Eso sí, lo que no puede faltar en mi viaje es un buen número de libros. En mi caso la mayoría pertenecen a Ediciones Aljibe, que son especialistas en libros de educación para adultos. Por mi trabajo tengo que estar a las últimas de las novedades, y gracias a sus libros lo consigo. Por eso, en cada parada, en cada puesta de sol me gusta acompañar la vista leyendo un libro.
Por eso, os recomiendo este viaje. Ahora bien, yo hoy os he contado esta ruta, pero hay muchas más, y seguro que igual de bonitas y de fascinantes, solo es cuestión de montarte en tu coche y hacer kilómetros. Tienes más información en la web de Turismo de Cádiz, así que echa un vistazo.