¿Habéis intentado alguna vez hacer vosotros mismos la puesta a punto de vuestro vehículo? Yo tengo que pasar en dos semanas la ITV y se me ocurrió la genial idea de leerme algún que otro manual por Internet, ver algunos vídeos en YouTube y lanzarme a la loca aventura de pretender ser mecánico y hacer de mi garaje un taller estupendo en el que revisar mi coche. La experiencia no tiene desperdicio.
Si hay algo de lo que estaba seguro es de que tenía que cambiarle las ruedas al coche porque además de tener más años que el puerto ya no les quedaba dibujo, apenas, y así no pasas la ITV ni aunque te toque el empleado más tonto. Así que me pillé este compresor de tornillo de Nuair pensando que así iría súper rápido, craso error porque cuando no sabes utilizarlo es casi más fácil cambiar todo a mano. Para empezar os daré un consejo, vigilad siempre donde ponéis las manos, esto es de vital importancia, os lo digo por experiencia.
Cuando conseguí cambiar los neumáticos (que me llevó más de dos tardes el asunto) pasé a controlar los niveles. Sé que en la ITV no te los miran pero, ya que estaba pues les eché un ojo. Esa tarea fue sencilla, gracias a Dios.
Luego pasamos a la revisión más exhaustiva donde, punto número uno, voy más perdido que un pulpo en un garaje, y punto número dos, iba a necesitar mucha ayuda. Lo malo es que esa ayuda se la pedí a mi primo, que se supone que adora las carreras y luego no tiene ni idea de nada. Conclusión: dos tontos en apuros en lugar de uno.
La odisea del faro
De lo poco que nos dimos cuenta enseguida es de que había que cambiar un faro porque hacía un par de meses me dieron un golpe estando aparcado y aunque no se rajó del todo y cambie la bombilla mi primo me dijo que así no pasaba. Pero ¿tenéis idea de lo que cuesta un faro entero nuevo? Es una pasta gansa así que opté por la segunda mano, es decir, por los desguaces. Encontré el faro que necesitaba en Desguace Aeropuerto (os dejo el enlace porque está muy bien) y nos dispusimos a cambiarlo. Pues bien, estoy segura de que debe haber una manera más sencilla de cambiar un faro porque el modo en el que nos complicamos la vida nosotros dos no es normal. Tardamos casi 4 horas en cambiarlo y aun así estaba fulero así que tuvo que venir mi tío a “retocar” cagadas. Y luego no hablemos de la odisea que fue abrir el motor y quedarnos mirándolo porque nadie en ese garaje sabía que debía mirar ni dónde. Vamos, unos auténticos inútiles que ni mirando YouTube, ni leyendo artículos, supieron revisar el coche antes de la ITV.
La parte positiva es que ya está, que se supone que está todo bien y en dos semanas pasaré la revisión, la parte negativa es que acabé pagando a un mecánico para que revisara nustra revisión. De tontos…