El mundo del motor siempre se ha caracterizado porque a diferencia de lo que ocurre en otros deportes, en este siempre reina el buen ambiente entre un grupo de gente que comparte una afición que, aunque cara, la realidad es que es única. Esto se debe a que ni siquiera en las competiciones de más alto nivel hay grandes forofos, sino que todos los aficionados aplauden las hazañas de los pilotos y copilotos, en el caso de que lleven, y, aunque siempre guste uno más que otro, la realidad es que no importa quien haga una bonita maniobra, dado que si la hace, se aplaude, así como si otro necesita ayuda, siempre tendrá una mano amiga que le asista en lo que necesite. El compañerismo en el mundo del motorsport es una de sus grandes bazas y aunque en muchas ocasiones se trata de deportes o competiciones incomprendidas por algunas personas, la realidad es que cuando conocen estos deportes de cerca se dan cuenta de lo que realmente significan para todas aquellas personas que los practican o que se divierten acudiendo a las diferentes citas que se organizan. Es por ello por lo que a lo largo de las siguientes líneas os queremos acercar un poco más al mundo de los rallyes, uno de los menos conocidos dentro del mundo del motor.
Como os decimos, el mundo de los rallyes es uno de los menos conocidos dentro del deporte del motor, quizá sea porque no cuenta con la repercusión televisiva con la que se exhiben otros deportes como la Fórmula 1 o las motos, pero lo cierto es que más allá de la televisión, la realidad es que en número de espectadores en cada prueba, los rallyes superan con creces al número de asistentes a una carrera del mundial de Fórmula 1 y es que las visualizaciones de la categoría reina del automovilismo provienen mayoritariamente de la cobertura televisiva. Por la contra, como os decimos, la presencia física en pruebas de rallyes es mucho mayor que la que se ve de forma habitual en los circuitos.
Pero lo importante es que los rallyes son unos eventos que van mucho más allá de la competición y es que el compañerismo en ellos es muy importante y si un piloto o su navegante necesitan ayuda, los siguientes participantes no dudan en parar para echar un cable en lo que puedan. De hecho, en competiciones como el Dakar, el tiempo perdido por un competidor al parar a ayudar a un compañero no se pierde realmente, dado que la organización, en este caso, ASO, la empresa organizadora del Tour de Francia y la Vuelta a España, entre otras competiciones, les devuelve íntegramente todos aquellos segundos, minutos u horas perdidas prestando ayuda.
Además, como eventos sociales son uno de los grandes atractivos de las ciudades y esto es algo que podemos ver en rallyes como el Das Donas, el cual se celebra cada año en Vigo y en el cual las participantes, todas o casi todas mujeres, suelen ir ataviadas con diferentes disfraces en lo que se convierte en un día lúdico y de festejos para celebrar junto con compañeras de aficiones. Así, si vosotros tenéis un coche clásico y os animáis a circular por las calles de la ciudad olívica junto con otras compañeras de afición, nosotros os recomendamos que os paséis por La casa de los disfraces para no desentonar en la competición e ir ataviadas con los mejores disfraces que, sin duda alguna, os darán juego en un evento deportivo entre aficionados que buscan pasar el día y juntarse en torno a sus coches clásicos.
Además de rallyes de clásicos de regularidad como es el caso de este rallye Das Donas del que os hablamos, existen otros rallyes de clásicos, pero de velocidad, en los cuales se corre por carreteras cerradas al tráfico y con coches equipados con barras antivuelco y cuyos pilotos llevan, además de casco, monos y guantes ignífugos por lo que pueda pasar.
Los rallyes de velocidad, una categoría en auge
Además de los rallyes de clásicos, en el mundo existen muchos rallyes de velocidad en los que los pilotos y copilotos demuestran sus habilidades contra el crono en pistas cerradas al tráfico. Además, estas competiciones, en las que también reina el compañerismo entre equipos, también cuentan con zonas de paso por carreteras abiertas al tráfico en las que los participantes deben de respetar todas las normas de circulación, dado que de lo contrario no solo pueden ser sancionados por tráfico, sino que también el propio comité organizador puede imponerles una sanción.