Hace poco me ofrecieron hacer un cursillo a las afueras de mi ciudad durante un tiempo para, en caso de sacar buena nota, entrar a formar parte de la plantilla de una nueva empresa que iban a abrir en mi zona. El problema estaba en que yo soy de Lugo y el curso era en una nave en un pueblo que está a unos 20 kilómetros. Y Lugo no es Madrid, aquí las comunicaciones o el transporte público no funciona igual. Carné de conducir sí tengo, coche propio no. Entonces me planteé comprar un coche nuevo con los ahorros que tenía del anterior trabajo más lo que había capitalizado del paro y acudí a uno de los mejores concesionarios de automóviles que tenemos en mi ciudad, a Pardo Automoción.
Se trata de un concesionario oficial de Skoda y Suzuki. La verdad es que los coches que allí tienen son espectaculares, pero se me iban un poco de presupuesto, no porque ellos se echasen a la parra a la hora de pedir por un coche, sino porque el gasto era mayor del que yo pensaba, ya que tenía que tener en cuenta no solo el precio del vehículo, sino también lo que iba a estar gastando en gasolina durante esos meses de curso en los que no podría trabajar y no tendría más ingresos.
Les expliqué esto mismo a los responsables de Pardo Automoción y ellos se encargaron de hablarme de más opciones que tenían allí disponibles y que os pueden servir de ayuda a vosotros si queréis tener un vehículo. Lo primero que debéis pensar es para qué vais a usar ese coche y la vida que le vais a dar. Por ejemplo, en mi caso, el coche estaría en funcionamiento unos meses, los que durase el curso, pero después es posible que lo tuviese parado, ya que realmente la empresa a abrir está en la ciudad, podría ir caminando y yo no soy de viajar. Hasta ahora había compartido perfectamente el coche con mi padre, él lo usaba entre semana y yo los fines de semana, y no habíamos tenido ningún problema. Fue así cómo me abrieron los ojos en el concesionario y me explicaron que no necesitaba para nada gastarme un montón de dinero en un coche nuevo, sino que podría acceder más fácilmente a uno de kilómetro cero u otro de segunda mano. Como no le iba a hacer muchos kilómetros, podía apostar casi por uno que tuviese ya un motor bueno pero con rodaje, porque yo no lo iba a quemar en uso.
Después de esto, otra de las preguntas que me hicieron y que también os servirán de ayuda a vosotros es pensar en los kilómetros reales que le haréis al coche. Es decir, yo por ejemplo iba a usarlo 40 kilómetros al día, 20 para ir y otro tanto de vuelta, pero hay gente que sí le hace viajes largos a los coches porque vive lejos de su trabajo o simplemente porque usa el coche para trabajar, bien visitando clientes o repartiendo servicios. Pues esto es muy importante para saber qué tipo de motor os conviene más en cuanto al gasto que haréis en combustible. Para aquellos que lo vayan a usar mucho, lo más conveniente es decantarse por un diésel, mientras que si preferís la potencia frente a un mayor gasto porque lo usaréis poco pero queréis calidad en el motor, la gasolina 95 o 98 es perfecta para vuestro motor.
En definitiva, que los coches no se compran porque son bonitos o porque nos gusta este u otro color, sino que debéis plantearos antes el uso que daréis al vehículo para sacarle el mayor rendimiento posible, ya que el coche es un gasto del que rara vez se recupera totalmente la inversión realizada. No es como una casa que se puede revalorizar con el tiempo, sino que en la mayor parte de las ocasiones el dinero va casi a fondo perdido y lo único que trae consigo son más gastos asociados a él, como es el combustible, el seguro obligatorio, las ruedas, etc.