El GP de Mónaco de F1, un evento que requiere de los mejores profesionales

Llevar a cabo un evento es siempre una tarea complicada y es que entran en juego un gran número de variables, pero si a esto le añadimos que lo que queremos organizar tiene que ver con el automovilismo, la realidad es que todavía se complica más, de forma considerable. Asimismo, si añadimos una variable más, la organización del gran premio de Mónaco de Fórmula 1, la historia se vuelve mucho más compleja y solo los mejores profesionales están capacitados para poder hacerlo. Si organizar una carrera es, de por sí, complicado, sacar adelante el circuito urbano del principado monegasco es un gran reto al que solo unos pocos privilegiados se pueden enfrentar cada año. Un evento en el que, a pesar de su complejidad, es uno de los que menos fallecidos firma a lo largo de la historia y es que desde el año 1950, solo una persona ha perdido la vida entre los guardarraíles monegascos, Lorenzo Bandini, de Ferrari, durante el gran premio de 1967. Por ello, dado lo difícil que es llevar a cabo este GP, a continuación, os contaremos alguno de sus secretos.

El principado de Mónaco cuenta con una extensión de ocho kilómetros cuadrados, entre los cuales, sacan un circuito que firma 3.337 metros de cuerda, siendo el más corto de la categoría reina del automovilismo. Un trazado que, a pesar de su estrechez, los pilotos lo giran en un minuto y diez segundos, manteniendo una media de más de 170 km/h, a pesar de tener la curva más lenta del campeonato, Loews, la cual trazan a apenas 50 km/h. Pero más allá de las cifras y del glamour que rodea a esta carrera, la realidad es que durante muchos años trajo de cabeza al recientemente fallecido Charlie Whiting, el hasta entonces, director de carrera de la Fórmula 1. Él se preocupaba por la seguridad de todos los trazados del mundial, pero en especial la del Gran Premio de Mónaco y es que, dada la estrechez de sus calles, en muchos casos, esta se veía comprometida.

Para garantizar la seguridad de Mónaco hacen falta cientos de profesionales que trabajan cada año sin descanso para intentar mejorar todos y cada uno de los elementos de seguridad. Así como también se llevan a cabo acciones específicas que en ningún otro circuito del calendario se presentan. Una seguridad que empieza por el propio montaje de la pista, para ello, se contrata a las empresas más profesionales y con más experiencia, así como se opta por la maquinaria más puntera para evitar problemas futuros. Por ello, tras bucear por la red, hemos descubierto a Tomi Maquinaria, una compañía española con la que trabajaríamos en caso de tener que hacer este trabajo,  y es que pone a disposición de sus clientes las mejores carretillas elevadoras, por lo que, sin duda alguna, sería la opción idónea para poder transportar los kilómetros de guardarraíl que componen el trazado, así como para elevar todas aquellas publicidades y elementos de seguridad que así lo requieran.

No obstante, Mónaco lleva 90 años organizando este gran premio, cada mes de mayo, por lo que ya poseen elementos de premontaje que les facilitan el trabajo sobremanera cada año. Desde arquetas en el suelo donde se instalan los guardarraíles a maceteros que se quitan para dejar más amplia la zona de pista, así como también una gran zona ajardinada donde un mes antes de la carrera se instalan los boxes, las gradas y el edificio del Automóvil Club de Mónaco.

Los comisarios, los verdaderos guardianes de Mónaco

Si el GP de Mónaco ha de estar orgulloso de alguien, estos sus comisarios y es que ellos forman una gran legión la cual protege a los pilotos de cualquier incidente que pueda surgir durante el transcurso de la carrera y de los entrenamientos. Además, a diferencia de otros circuitos, este cuerpo cuenta con una formación que han de cumplir durante todo el año, así como cuentan con rangos de nivel, como si de un ejército se tratase. Por ello, además de ser los más efectivos y los más valientes de todo el certamen, también son los más veloces retirando de la pista todo aquello que pueda impedir el desarrollo normal del evento.