Hace poco me reuní con unos compañeros que habían estudiado conmigo en Escuela de Estudios Superiores y Universitarios FORMATIC BARCELONA, una institución educativa privada fundada en el año 1974 en Barcelona que desde entonces nos ha formado y titulado a más de 20.000 estudiantes en los ámbitos del turismo, la comunicación y la empresa, y con bastante éxito, ya que como vi en esta reunión de antiguos alumnos a todos nos iba bien y nuestra preocupaciones eran tan triviales como elegir el coche según nuestra edad, para lo que establecimos una serie de parámetros.
Y es, como os decía, por suerte, a todos mis excompañeros y a mí nos va bastante bien, quizás porque tenemos la suerte de que esta escuela universitaria nos ponía a todos en una bolsa de trabajo para situarnos con mayor facilidad en el mercado laboral. Y tan bien nos va que no hablamos ninguno de los problemas de llegar a fin de mes, sino de qué coche debíamos comprarnos. Eso sí, hay que decirlo todo, y es que nos juntamos un grupo que éramos los que solíamos ir siempre los fines de semana al circuito de Montmeló mientras estábamos estudiando y donde uno de nosotros, mi compañero Rafa, consiguió hacer de su pasión su trabajo al montar su propio concesionario de coches. Fue con su ayuda como supimos establecer una clasificación o un tipo de coche para cada edad.
De hecho, cuando estábamos en la universidad casi todos teníamos coche de carácter no deportivo pero sí compactos y más juveniles que ahora. Entre nosotros se podían ver los míticos Golf, los Audi A3, los Corsa, los Megane, etc. Eso sí, normalmente siempre con la ayuda o dependiendo del presupuesto de nuestros padres para hacernos tal regalo, porque por aquel entonces pocos de nosotros teníamos ingresos. De hecho, algunos todavía íbamos a clase con otro tipo de coche diferente, el familiar que era el que heredábamos en casa.
Con el paso de los años fuimos virando hacia coches como estos o quizás más deportivos, digamos que de una gama mejor. Quizás un Mercedes SLK, si nuestro bolsillo o el salario nos lo permitía. Pero lo cierto, y algo muy curioso de lo que veníamos hablando en esta reunión, es que con el paso de tiempo posiblemente tenemos una mayor capacidad económica pero hemos tenido que virar hacia otro tipo de vehículos por razones familiares y de espacio.
Por encima de la treintena empezamos todos a casarnos y a tener hijos, de forma que estos ocupaban gran parte del maletero o el espacio entero con todas sus cosas, desde la cuna hasta el carrito si nos íbamos de vacaciones hasta sus juguetes o la bici si salíamos de fin de semana al campo o simplemente queríamos dejarlos un par de días en casa de los abuelos. Nuestro amigo Rafa, que tiene un concesionario de Volvo en Madrid, nos comentaba que la gente de nuestra edad iba mucho a comprar sus nuevos todoterrenos y que lo hacían especialmente por esa razón, por el enorme maletero que tienen. Eso sí, entre nosotros diré que para cualquier tipo de avería nos comentaba que hay un taller llamado Gresalba donde te arreglan los coches de esta marca a un mejor precio que el de la casa oficial, más rápido y con las mismas garantías.
Pero sigamos con nuestro recorrido por las edades. A partir de los 45 o 50 años los compradores de coches suelen tender ya hacia otro tipo de modelos, nada de todoterrenos ni monovolúmenes, sino que prefieren las berlinas. Los hijos son los que ya han comenzado a crecer y a necesitar menos espacio del coche, por lo que apuestan por los coches cómodos, elegantes y con cierta prestancia a la hora de conducir.
Mientras que a partir de los sesenta, muchos de los conductores parecen vivir una segunda juventud, ya que se decantan por aquellos coches que a lo mejor de jóvenes no se podían permitir, como los descapotables o los deportivos de alta gama, y que ahora sí pueden pagar y, además, al ir independizándose ya los hijos y saliendo de casa, el espacio ha dejado de ser un problema para los matrimonios, quienes prefieren disfrutar de los paisajes y la carretera. No obstante, hay que tener en cuenta que aquellas personas que no se decantan por tener hijos suelen comprar coches más deportivos o lujosos ya desde los 35-40 años, así como muchas familias tienen un par de vehículos y no son de la misma categoría, en función del uso que le vayan a dar.