Muchas veces pensamos antes en irnos a destinos lejanos antes de pararnos a conocer y disfrutar de nuestro propio país. Y es que, sin ir más lejos Andalucía, la comunidad más poblada y la segunda más extensa nos ofrece múltiples posibilidades a la hora de pensar en organizar un buen viaje.
Si lo nuestro son las rutas en coche, en Andalucía no solo podemos disfrutar de diferentes rutas por entornos naturales sino también de ciudades con una gran relevancia histórica, algunos de sus monumentos han sido declarados, de hecho, Patrimonio de la Humidad.
Así, podemos componer nuestra ruta dependiendo de nuestros intereses, desde pueblos con encanto, pueblos medievales y ciudades relevantes. Así como hacer paradas en el camino para degustar las muchas delicias gastronómicas de esta región conocida por su gazpacho y su salmorejo, perfectos para combatir el calor, si el nuestro en un viaje veraniego.
Por un lado, podemos hacer nuestra ruta diferenciando los pueblos interiores más al norte y los pueblos que se encuentran más al sur con tramos de tura por la costa. En ambos casos, la ruta es tan sólo una propuesta ya que son muchas las formas de organizar una ruta en coche por esta comunidad autónoma.
Además, los puntos de interés en los que detenernos durante nuestro trayecto, también son infinitos.
Está claro que hay paradas obligadas, como es el caso de sus ciudades principales. No puede faltarnos Sevilla, ciudad que se merece una parada de un par de días y, mejor si podemos alojarnos en uno de los mejores hoteles de la ciudad el Mercer Sevilla, para descansar y retomar el viaje con fuerzas siguiendo nuestra ruta sin olvidarnos de Granada donde pararemos también un par de días.
Y es que, la ciudad que tiene la Alhambra saludando desde sus montañas no se merece una breve visita, sino la oportunidad de poderla disfrutar con tiempo. El tiempo suficiente para poder admirar dos de sus principales joyas, la Alhambra y el Albaicín. Desde, el Albaicín por su altura podemos tener una panorámica estupenda de la ciudad y de la propia Alhambra, así como de Sierra Nevada al fondo
Tras Granada, si creíamos que ya lo habíamos visto todo todavía nos quedan Almería o la magnífica ciudad de Córdoba.
Esta última también se merece que hagamos una pausa para admirar la maravillosa Mezquita, así como su barrio judío y callejuelas. Un patrimonio incomparable que mezcla tradiciones tan variadas como son la musulmana, judía y cristiana. No es de extrañar que, siglos atrás, Córdoba fuera una de las ciudades más importantes de Europa Occidental.
Ruta por los Pueblos Blancos
Junto con sus magníficas ciudades, uno de los principales encantos de esta ruta por el sur son los preciosos pueblos andaluces. Un recorrido luminoso, por pueblos bañados de blanco, con las fachas de sus casas pintadas de cal para repeler el calor.
Así, esta ruta recibió el nombre de la ruta de los pueblos blancos con paradas en 19 pueblos de Cádiz y Málaga.
Nada más pintoresco que el contraste del blanco de sus casas y las flores de colores vivos que las adornan, con cielos de un azul intenso y el verde de sus montañas. El entorno natural de esta zona llama a practicar deportes en plena naturaleza, sea parapente o ala delta y disfrutar de su gastronomía desde el jamón al mejor aceite de oliva.
En esta ruta se encuentran pueblos como Benamahona que significa la casa de Mahoma, Alcalá (el Castillo), Algar (la cueva), Zahara (la fortaleza).
La herencia bereber de estos pueblos se mezcla con otras culturas, como la cristiana principalmente con lo que podemos admirar pueblos con un gran legado y tradición histórica.
Por otra parte, otro de los aspectos que caracteriza esta ruta de los Pueblos Blancos es su riqueza arqueológica que abarca un periodo que se remonta a más de 250.000 años atrás.