El mantenimiento de vehículos puede llegar a ser a veces una tarea muy complicada. Para retrasar la fatiga y en envejecimiento de los materiales que lo componen, es necesario que estemos en permanente vigilancia para asegurarnos de que el vehículo se encuentra siempre en perfectas condiciones. No hay que olvidar que, a pesar de ser una máquina casi perfecta, un coche también puede sufrir a consecuencia de, por ejemplo, la temperatura.
Cuando son varios los coches que están a nuestro cargo el trabajo se multiplica. Los lugares donde esto ocurre son a menudo los concesionarios como en el que trabajo desde hace algunos años. En este caso mantener un coche en perfecto estado es estrictamente obligatorio si lo que queremos es formalizar una venta. De lo contrario, será muy difícil que los clientes confíen en nosotros.
Recuerdo los primeros días en los que trabajé en el concesionario. Éste llevaba abierto solamente unos días cuando yo comencé. Se situaba en un local que había sido remodelado por completo para ello y que en principio parecía perfecto para disponer de varios de los vehículos de nuestra marca. El proyecto comenzaba con toda la ilusión del mundo y todos los que estábamos contratados allí teníamos unas ganas enormes de trabajar.
Sin embargo, pronto nos empezamos a dar cuenta de que algo fallaba. Corría el mes de enero y en el interior del local hacía un frío desgarrador. Tanto era así que a menudo cada mañana los coches amanecían con los cristales blancos por la escarcha, a pesar de estar resguardados bajo techo. Sin duda, el aislamiento de aquel local resultaba nulo y podía perjudicar gravemente a los vehículos que pretendíamos vender.
No sé quién sería el responsable de haber elegido aquel local para montar el concesionario, pero acababa de cometer un error garrafal que necesitaba ser solucionado cuanto antes. La opción de cambiar nuestro emplazamiento resultaba demasiado cara y existía también la posibilidad de reforzar el aislamiento del local, lo cual nos causaría algunas molestias.
Nos decantamos finalmente por la segunda opción, pero además de ello el gerente propuso instalar un sistema de calefacción y aire acondicionado para garantizar una mejor temperatura para el local tanto para el invierno como para el verano (una época que nos daría muchos problemas debido a los problemas que sufren los vehículos debido a las altas temperaturas).
Reboca, la mejor alternativa
Para instalar los sistemas de calefacción, climatización y los tubos del aire acondicionado necesitábamos la mejor ayuda profesional. El gerente del concesionario comenzó a recopilar información acerca de empresas que pudieran realizar dichas instalaciones y nos comentó que había encontrado una compañía que nos podría realizar el trabajo de manera rápida, segura y eficaz.
Se trataba de www.reboca.com, una empresa que se especializaba en la instalación de todos esos sistemas y redes que nos hacían falta. Yo no había escuchado nada acerca de dicha empresa, pero en cuanto comenzaron a trabajar en nuestro local me di cuenta que llamarles no resultaba ni mucho menos un error. En apenas unos días ya teníamos a nuestra disposición esos sistemas de calefacción y climatización del establecimiento. Contentos y aliviados, comenzamos a ver la luz al final del túnel. El gran problema al que nos habíamos enfrentado estaba resuelto.
A día de hoy, en nuestro trabajo funcionamos con la más absoluta normalidad. Hemos conseguido que los vehículos que están a la venta no padezcan ningún sufrimiento a causa de las temperaturas exteriores, lo que facilita su mejor conservación y hace que aumenten las probabilidades de formalizar la venta. Para nosotros, los empleados, también se ha producido un cambio a mejor ya que ahora nos sentimos más cómodos gracias a una temperatura menos extrema y más propia para realizar nuestras actividades con normalidad.