El mundo de los automóviles siempre me ha encantado, desde bien pequeñito sentí predilección por ellos. La pasión por ellos fue tal que prefería que me regalaran una revista de coches a un comic. Quería trabajar en cualquier tipo de negocio que tuviese relación con el motor, pero parecía que la vida me alejaba de este mundo y me dediqué a algo tan diferente como el tema inmobiliario, que es el que hasta que llegó la pasada crisis me daba de comer.
Al cerrar mi negocio inmobiliario, estuve cerca de un año pensando que podía hacer y decidí capitalizar el paro y unir fuerzas con mi otro socio de la inmobiliaria. Era otro apasionado del motor y como ya sabíamos lo que podíamos dar de sí, ¿qué mejor compañero para iniciar una aventura así?
Nos metimos de lleno en la importación de vehículos desde Estados Unidos. Todo tipo de marcas, aunque al final deportivos como el Chevrolet Corvette o SUV son los que más ingresos nos reportan. En los últimos tiempos estamos trabajando con productoras de cine que buscan en ocasiones vehículos norteamericanos y nosotros nos encargamos también de gestionarlo.
A la hora del transporte, los vehículos llegan a Holanda procedentes de USA y de ahí teníamos que traerlos hasta España. Necesitábamos una compañía de transportes fiables y después de mucho buscar, confiamos en una de la que teníamos buenas referencias TransThalia. Es una empresa pequeña que se dedica al transporte internacional e vehículos de importación, ofreciendo un servicio eficiente y a buen precio. Ellos cuentan con su propia flota de camiones porta coches. Además de encargos como el nuestro, hacen rutas semanales de transportes de coches y motos por carretera en lugares como Francia, Holanda, Bélgica y Alemania.
Una empresa de confianza
Estamos muy contentos con ellos, porque preferimos trabajar con una empresa pequeña como nosotros, donde la confianza es mutua. Siempre han sido diligentes y los coches han llegado en el tiempo y la forma que esperábamos.
Al estar en este sector, sabemos que no siempre se cumplen las palabras y encontrar a una empresa legal y que se porte tan bien es como para no dejarla escapar. Nuestro negocio se beneficia de ello, puesto que cuando le decimos a un cliente un plazo, este normalmente se cumple y eso al final funciona con el boca a boca.
En los últimos tiempos estamos pensando abrir puertas y también trabajar la importación de vehículos de Alemania y Bélgica. Nuestros amigos de TransThalia nos han comentado oportunidades que ellos ven y la verdad es que más de un cliente ya nos pide que también abarquemos ese mercado.
El problema que existe, es que o bien contratamos a un especialista nuevo o tendremos que repartirnos mi socio y yo, porque no hay otra vía para poder hacer eso.
Sea como fuere, y a pesar del estrés de cada día, cada vez estoy más contento de haber dado el paso y dedicarnos en cuerpo y alma a esta pasión que es el mundo del automóvil. Encima poco a poco voy haciéndome con una colección de coches bastante maja. Así que ya sabéis, si tenéis una pasión y queréis trabajar en ella, no os deis nunca por vencidos, nunca se sabe.