Mis menhires de pizarra al más puro estilo galo

Yo no sé si fue después de haber visto los monolitos que una de mis amigas encargó a la empresa de Ponferrada, Ardoises d’Espagne y que puso en su jardín, o si esta decisión mía de poner unos menhires en mi propiedad tuvo algo que ver o no con la pasión que siempre he sentido por el cómic galo Axterix y Obelix, en el cual el oficio del gordo e hilarante Obelix es el de ser repartidor de menhires, pero el hecho es que estos impresionantes dólmenes que he instalado en el parque que rodea mi propiedad no pasan desapercibidos y cautivan la vista de cualquier persona que se enfrenta a ellos. De verdad… ¡quedan muy originales y súper bien en mi jardín!

La pizarra como elemento decorativo

La pizarra, como todo el mundo sabe, aparte de sus propiedades aislantes, tanto en el plan térmico como acústico, se lleva utilizando desde hace mucho tiempo por su peculiar estética, tanto para interiores como exteriores. Pues, la bella pizarra permite crear ambientes rústicos y modernos a la vez, cálidos y confortables, al ser ésta un material natural particularmente longevo e inalterable. Son cada vez más numerosas las personas y adeptos que apuestan por la pizarra como elemento decorativo. Yo, por ejemplo, no sólo tengo de pizarra los menhires de los que os he hablado más arriba, sino también las encimeras de mi cocina, lo que le da un toque de autenticidad y un cachet tremendo e indiscutible. Para hacerle juego, he colgado además unos cubiertos de adorno de pizarra y, ¡por supuesto!, una pequeña pizarra mural que anuncia el menú del día y me sirve asimismo de recordatorio cuando tengo que ir de compras, etcétera. Entre la terraza y el jardín también tengo puesto un bonito caminito hecho con pasos al estilo japonés y un pequeño vallado con el mismo material. ¡Me encanta la pizarra! Tiene ese “petit quelque chose” que muchos otros no tienen. Y, bueno, da mucho juego y se adapta a todos los estilos: clásicos, rústicos, campestres, modernos, vanguardistas… Es verdaderamente un material que ha sabido evolucionar de manera sabia y reinventarse sin cesar a lo largo del tiempo. ¡No todos son capaces de similar proeza!

¿Por qué menhires de pizarra?

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Muchos de mis amigos se cuestionan sobre mi gusto por los menhires y por el hecho de que los quiera de pizarra y no de piedra común y vulgar. A eso, les contesto que la pizarra también es una especie de piedra, puesto que se trata de una roca densa, cuyo grano es fino, formada a partir de rocas sedimentarias arcillosas  y, en algunas ocasiones, de rocas ígneas, es decir, formadas por el magma que al enfriarse se solidifica. Y tal y como lo he subrayado anteriormente, los menhires siempre me han llamado la atención, no sé por qué exactamente. Quizá, por el misterio que los rodea, ya que se ignora para qué fin exactamente se usaban. Por ejemplo, todo el mundo ha visto por lo menos una vez en su vida una fotografía de los Moais de la Isla de Pascua, aquellos gigantes presentes en una isla de Chile ubicada en la Polinesia, pero nadie sabe sin embargo qué funciones o que significados tenían precisamente. Pero, embriagan, gustan… ¡Pues, lo mismo me pasa a mí con mis menhires de pizarra! Me gusta tenerlos diseminados en mi propiedad y admirarlos. Son como una especie de dioses paganos y a la vez elementos altamente decorativos, ¡al más puro estilo galo! Con ello, me parece una idea muy original, ¡ya que no suele ser algo normal y común que lo de tener menhires en su jardín! Sí, fue verdaderamente un acierto que el de encargar estos monumentos megalíticos en Ardoises d’Espagne (Pizarras y Derivados), una empresa centenaria pero con vista al futuro…