¿Generador eléctrico o grupo electrógeno?

Habituados a tener corriente con solo apretar un botón o enchufar un cable, como estamos, cuando nos hablan de otras opciones para disponer de electricidad, nos perdemos de forma irremediable. Menos mal que expertos en generadores eléctricos y repuestos como Generadores Bonanza, siempre están dispuestos a resolver las dudas del profano y explicarnos cosas interesantes respecto a estas cuestiones. En esta ocasión, vamos a hablar de los generadores eléctricos y los grupos electrógenos. Averiguaremos cuál es su función, en que se diferencian y cuáles son las ventajas que ofrece cada uno de estos aparatos. 

Sabemos que un generador eléctrico, es un dispositivo capaz de convertir la energía mecánica que produce un motor diésel, de gasolina, gas o un generador eólico en energía eléctrica. Se utilizan de forma generalizada para producir electricidad en lugares en los que no se dispone de conexión a la red eléctrica o, cuando es necesario contar con una fuente de energía que respalde la titular. El grupo electrógeno, es un aparato, cuya finalidad es la misma, pero en este caso, convierte la energía calorífica en mecánica y después, en eléctrica.  

En el mercado, podemos encontrar muchas y variadas opciones para suplir o complementar la necesidad energética cuando se nos presenta de forma inesperada un apagón o, nos encontramos en lugares remotos en los que no llega la red eléctrica. Entre todas esas opciones disponibles, existe una gran variedad de las que, en este post, hemos citado dos. Muchos creen que se trata de una misma máquina, debido a su funcionalidad, muy similar, pero ambas, obedecen a principios de funcionamiento diferentes, así como son diferentes sus especificaciones técnicas. 

Veamos cada uno por separado para averiguar cuál de ellos puede resultar más conveniente según la finalidad del mismo o el lugar en el que vaya a ser utilizado.  

El generador eléctrico 

Como decimos, un generador eléctrico es una máquina que, se encarga de transformar la energía mecánica en eléctrica. El resultado es una energía eléctrica confiable, segura y económica. La función principal de este aparato es suministrar corriente alterna en dos circunstancias principales: cuando la necesidad de electricidad se produce en un lugar alejado de la red comercial o, cuando, habiendo una red comercial, se produce un fallo que no es posible que resolvamos, como es el caso de un apagón.  

Su funcionamiento, se basa en la ley de Faraday, la cual se describe como la generación de corriente alterna, mediante la rotación a la que esta sometido uno o varios campos electromagnéticos. Esta rotación de campos, es posible gracias a su elemento fundamental: el alternador de corriente. Esta pieza clave, consta a su vez, de dos partes: el estator que permanece quieto y, en cuya estructura existe un embobinado que permite captar el movimiento de los campos electromagnéticos; y el rotor que es el elemento móvil que va unido al eje del motor.  

Debemos apuntar que un generador, no ofrece la misma potencia que puede ofrecer un grupo electrógeno, algo que no es una desventaja como tal, pues en función de la necesidad, puede ser más que suficiente. Además de contar con una serie de características diferentes que pueden hacer que sea la elección más acertada. Por ejemplo, en casos de ser necesaria una reparación doméstica, puede ser más que suficiente, ya que la demanda del gasto energético no es muy elevada.  

Dentro de las ventajas que ofrece un generador eléctrico, encontramos que ofrece una potencia considerable, si tenemos en cuenta a os generadores eléctricos estacionarios. Estos, a diferencia de los móviles, pueden ofrecer potencias muy altas, llegando a proporcionar hasta sesenta kilovatios.  

En función del modelo, un generador puede llegar a soportar un prolongado tiempo de trabajo, incluso algunos, pueden llegar a funcionar de forma permanente sin problema.  

Su vida útil, es considerable. Soportan bien el paso del tiempo y no requieren de un mantenimiento complejo, además de que su suministro es económico. Otra de sus ventajas es que el mercado, ofrece una amplia variedad con la consiguiente gama de funcionalidades, lo que hace posible escoger el que más se adapte a la necesidad concreta de cada usuario o situación.  

Aunque cuenta con características muy ventajosas, cabe señalar que los generadores eléctricos, también poseen algunas desventajas que no podemos dejar de mencionar. Entre ellas, el coste de la máquina es relativamente elevado, aunque la variedad de opciones puede equilibrar esta desventaja. 

Por otro lado, su instalación no es tan sencilla como debiera. Instalar un generador eléctrico es complejo, aunque esto no debería ser un inconveniente, pero hay que tener en cuenta su ubicación. Esta debe ser en un lugar adecuado y que cumpla con las condiciones de seguridad propias y necesarias.  

Un factor en contra que si puede resultar molesto es que se trata de un aparato ruidoso, pero podemos decir que existen opciones para implementar un sistema de silenciador 

El grupo electrógeno 

Aunque se denomine grupo, se trata de una sola maquina que, como el generador eléctrico, se encarga de generar energía eléctrica en forma de corriente alterna, aprovechándose de la energía mecánica. Cierto, dicho así, parece lo mismo que un generador, sin embargo, se puede diferenciar en sus especificaciones técnicas: el tamaño, la potencia, la frecuencia del servicio y su durabilidad, son diferentes en ambos casos.  

En este sentido, la principal característica de un grupo electrógeno, es que cuenta con un motor independiente. Este elemento, tiene un papel fundamental en el funcionamiento del aparato pues ofrece mucha más fuerza al alternador que, mediada a su vez por un regulador, se traduce en una potencia mucho mayor. Hay que señalar que, al ser un motor diésel, se trata de un aparato más autónomo y con una vida útil mayor y una prestación de servicio, igualmente más prolongada. 

Evidentemente, esa potencia superior que ofrece el grupo electrógeno, hace que sea más adecuado para realizar una serie de tareas y no otras. Con un grupo electrógeno, se puede cubrir perfectamente la demanda energética de unas oficinas, una sala de hospital o una planta de hotel. Sin embargo, esa particularidad, no lo hacen adecuado para un uso doméstico que demanda menos energía, por lo que sería mas factible, utilizar un generador eléctrico móvil.  

Entre las ventajas que ofrece un grupo electrógeno, hay que tener en cuenta, la finalidad de su uso, pues en función de ello, tanto ventajas como desventajas, pueden ser relativas. Es decir, los beneficios pueden compensar esos inconvenientes y viceversa.  

Por lo tanto, una de las grandes ventajas que ofrece un grupo electrógeno es que proporciona de forma eficiente, una potencia muy alta, capaz de satisfacer una elevada demanda energética. Es fácil encontrar grupos desde diez KW hasta tres mil quinientos.  

Además, es posible mantener un trabajo prolongado y mantenido a lo largo de un tiempo considerable, pudiendo llegar a funcionar de manera permanente. Esta ventaja, se hace muy patente con su uso.  

Al funcionar con combustible diésel, cuentan con una mayor vida útil a la vez que resultan más independientes. Esto hace que su suministro, sea también más económico. La amplia variedad de modelos que ofrece el mercado permite un ajuste frente a cada necesidad.  

Dentro de las desventajas, una de las más evidentes, es que se trata aparatos muy voluminosos y pesados, lo que dificulta su transporte e instalación. A ser unidades fijas, hay que disponer de un lugar definido y acondicionado especialmente para garantizar una buena ventilación y aislamiento del ruido que genera.  

Aunque se trata de máquinas bastante ruidosas, pues el proceso de combustión resulta ruidoso, puede implementarse un silenciador que mitigue el ruido.  

Ante la duda entre que aparato es mejor, no existe una respuesta clara y definitiva sobre cual de los dos es la mejor opción. Ambos equipos, ofrecen una serie de ventajas y desventajas que deben tenerse en cuenta, exclusivamente en función de las necesidades y circunstancias concretas de cada situación.  

Así, el grupo electrógeno, destaca por su potencia superior, adecuada para satisfacer una demanda energética elevada. Además de poder utilizarse de manera continua y durante un tiempo prolongado, puesto que el motor diésel, proporciona mayor autonomía, pero requiere de un lugar adecuado y amplio debido a su tamaño que, dificulta su transporte e instalación.  

Mientras que, el generador eléctrico, aunque no ofrece ni de lejos la misma potencia, resulta más adecuado para una aplicación y uso doméstico en el cual se demanda una menor cantidad de energía. Su funcionamiento, como ya mencionamos anteriormente, se basa en la ley de Faraday, lo que permite generar una corriente alterna, estable, segura y económica. Los generadores estacionarios, ofrecen potencias considerables, su vida útil es prolongada, su mantenimiento y suministro de combustible es sencillo y económico, aunque la instalación, puede resultar compleja.  

En conclusión, no podemos más que repetir que, la elección entre uno u otro, dependerá directamente de la demanda energética especifica de cada situación y las consiguientes condiciones de uso. Ambas opciones, ofrecen una serie de ventajas y desventajas que, realmente no son tanto. Aunque, en cualquier caso, lo mejor que se puede hacer a la hora de plantearse la adquisición de un soporte de energía, es acudir a un centro especializado y dejarse asesorar por un profesional.