En el último mes hemos asistido a una de las demostraciones de lo que es la Democracia, entendida como el sistema menos malo para organizar una sociedad. El grupo socialista ha conseguido hacer triunfar una moción de censura contra el grupo popular, muy desgastado por los casos de corrupción que azotan a sus integrantes.
En un principio se pensaba que el grupo socialista llegaba no para gobernar durante toda la legislatura, sino más bien para dar un soplo de aire fresco al congreso decretando unas nuevas elecciones. Pero la realidad ha sido que ha decidido estar durante el resto de la legislatura que son dos años.
Dicen que los dos primeros años de mandato de todo presidente son los mejores, ya que después de estos años los presidentes se desgastan y acaban haciendo caso a las personas de su alrededor que dicen que si a todo. Por lo menos en lo que queda de legislatura no se dará esta situación.
El grupo socialista ha traído consigo una batería de medidas con el fin de cambiar el rumbo del país. Los gestos son mayúsculos, y esto lo han demostrado dando carteras de ministro a personajes de la sociedad como Pedro Duque, el famoso astronauta que va a ser una pieza importante en el futuro de la innovación española.
Eso sí, después de todos los discursos en los que se afirmaba que el PSOE cambiaría la reforma laboral, no ha habido noticias de que vaya a realizarse ningún cambio, lo que genera dudas. Pero más allá de estas dudas, recientemente hemos conocido que el Gobierno quiere eliminar los beneficios fiscales al carburante diesel. Esto puede ser un problema para empresas de transporte, como es el caso de Cargolink, una de las empresas de transporte internacional por carretera referentes en su sector, formada un gran equipo humano cualificado, organizado, con gran experiencia en transporte y con la motivación de ofrecer soluciones de transporte y el mejor servicio a las empresas.
Qué ha originado este cambio
Hay varios motivos. La Comisión Europea lleva años pidiendo a España que eleve sus impuestos especiales, sobre todo la ‘tributación verde’, para desincentivar la emisión de gases nocivos a la atmósfera y cumplir con los objetivos medioambientales que exige la UE a los países miembro. Además, las finanzas públicas españolas siguen presentando déficit y la deuda sigue disparada, por lo que sería una medida beneficiosa para avanzar hacia el equilibrio fiscal del país.
Este carburante, el más utilizado por el parque móvil en España, es uno de los principales culpables de la emisión de partículas de óxido nitroso (NOx), una de las grandes preocupaciones en las grandes ciudades. La propuesta del Gobierno consistiría en la equiparación entre los tipos de gravamen que soportan el gasóleo y la gasolina, que ahora son de 30,7 y 40,25 céntimos por litro, respectivamente. Además, España es uno de los países de la UE que menos grava los carburantes.
Elevar el gravamen del diésel a los 40,25 euros por litro que se imponen ahora sobre la gasolina reportaría 2.140 millones de euros en ingresos al Estado. Es decir, lo mismo que se gastará este año el Gobierno en subir las pensiones al 1,6%. Si la subida se aplicase de forma escalonada y repartida en cuatro años, como parece que es el plan del Ejecutivo, se obtendría anualmente una cifra aproximada de 600 millones de euros.
Según los cálculos realizados por Kelisto.es, la subida del diésel elevaría el precio de este carburante hasta 14,3 céntimos por litro (una subida 11,7%) y esto le supondría a los conductores 777,7 millones más de impuestos. Eso, en total. ¿Y a nivel particular? Como en España circulan 13,03 millones de coches diésel —el 57% del parque móvil— aumentaría el gasto anual medio de sus propietarios de 670 euros a 736 euros cada. «Es un 9,8% más»,
De momento la medida se encuentra sobre la mesa del Gobierno y forma parte de su plan tributario, pero aún no se ha tomado una decisión definitiva. Eso sí, de hacerse en breve coincidiría con la subida pronunciada que experimentan los carburantes en las últimas fechas por el encarecimiento del petróleo. El gasóleo, de hecho, se ha encarecido un 17,4% en el último año… casi ocho veces más que el 2,3% que sube la inflación en ese tiempo.