¿Cómo podemos comprar en un desguace?

Todos estaremos de acuerdo en que la compra de un coche supone un elevado gasto. Al alto precio de la gasolina o el diésel, le sumamos el pago del seguro, los impuestos y otra clase de tasas, lo mismo que el propio mantenimiento, pues los coches están llenos de muchas piezas distintas. Muchas veces se suele hablar sobre si tenía rentabilidad comprar recambios de marcas de las denominadas blancas. El caso es que no siempre tenemos que ir a por piezas que sean nuevas, por lo que es una alternativa válida el acudir al desguace para buscar los repuestos que necesitamos.

Algo que nos preguntamos a menudo es… ¿Se sabe verdaderamente comprar en uno de estos sitios? ¿merece realmente la pena?

¿Cuál es la composición de los desguaces?

Básicamente están compuestos de la zona de campa y la zona de nave. Si vamos a la primera, ahí es donde están los vehículos que acaban de llegar, los cuales se organizan por marcas, los cuales quedan amontonados esperando a que los trabajadores del desguace pasen a catalogarlos y despiezarlos, así como a descontaminar las piezas que irán a la zona interior en la nave y que estarán más protegidas de los agentes meteorológicos.

En el caso de que lo que quieras sea buscar recambios en los automóviles que se agrupan en la zona exterior, se tiene que encontrar la pieza y proceder a desmontarla uno mismo, por lo que siempre es conveniente llevar herramientas, mono y guantes. Aquí hay que tener presente que esas piezas todavía no han pasado por la fase en la que se produce el control, lo que hace que en el caso de que no entiendas de coches, lo mejor es ir con alguien que te pueda acompañar. Una vez encontrado el recambio que precises, el cobro se produce cuando salgas del desguace.

Igualmente, se pueden correr menos riesgo y dar con esas piezas que buscar y además certificadas, por los trabajadores del desguace, los cuales las estarán clasificadas y revisadas. Podemos decir que las naves de los desguaces son grandes supermercados donde podemos encontrar prácticamente de todo. Normalmente suelen dar un plazo de unos tres meses de garantía en el caso de que la pieza no funcione como es debido.

¿Qué repuestos salen rentable adquirirlos?

Aquí todo depende, pero lógicamente, serán aquellos en los que podamos ahorrarnos mayor dinero como el motor. Los nuevos suelen costar unos seis mil euros, pero si vamos a un desguace, lo normal es que no pasen de los mil euros. En muchas otras piezas también nos podemos ahorrar bastante dinero, hasta cuatro veces menos de lo que nos costaría comprarlas o incluso hay ciertas piezas que ya es imposible dar con ellas salvo que las encontremos en un desguace.

Uno de los elementos, que como aseguran desde Desguaces Cascajo, hay que mirar con más detenimiento cuando se compran en un desguace son piezas como el turbo, donde es necesario hacer la comprobación de que las aspas de la turbina se encuentren en óptimo estado.

Si vamos a otras piezas como por ejemplo los amortiguadores, las diferencias entre los nuevos y los usados son importantes, y lo cierto es que es un elemento que influye decisivamente a la hora de que el vehículo tenga la estabilidad debida.
Aquí debemos pensarlo bien, recomendando comprarlo dentro de la nave y no en la campa.

Una parte del coche que es mejor comprar nueva son los neumáticos, pues deben estar en buen estado. Aunque los veas con buena profundidad, no siempre se puede estar seguro de la fecha en que se fabricaron ni de su verdadero estado, por lo que aunque puedan ser más caros, merece la pena ponerlos nuevos. De la misma forma tampoco es recomendable comprar de segunda mano discos o pastillas, pues no hay demasiadas garantías de que puedan funcionar bien.

Los desguaces, un aliado cuando se quiere mantener nuestro vehículo

Para mucha gente, el desguace no solo es una opción barata, como decimos, hay ciertos modelos de muchas marcas que a partir de ciertos años tienen complicado encontrar repuestos, pues la propia marca ya no los suministra.
En estos casos, los desguaces son la mejor manera de dar con esa pieza que nos falta o que está deteriorada. Una búsqueda que muchas veces, dependiendo del modelo, se tiene que hacer en varios desguaces.
Así que ya sabes, los desguaces tienen muchas cosas buenas, pero también hay que ser precavido a la hora de comprar piezas en ellos, especialmente cuando compramos determinadas piezas que se encuentran fuera.