No muchos tienen la oportunidad de actuar entre ruinas romanas ¿verdad? pues mi hija pequeña lo ha hecho. Montaron una obra clásica, una comedia de Plauto, “Pséudolo”, en el instituto, y se presentaron a varios certámenes con la suerte de que el certamen de Teatro Clásico de Mérida los llamó para que actuaran en su fantástico teatro romano. Un lujo en todos los sentidos que yo, como buena madre, no pensaba perderme por nada del mundo y, de paso, hicimos una preciosa ruta en coche por varios pueblos de Badajoz.